«Las pymes en la era global: un viaje más allá de las fronteras», es el tema que nos propone Alejandra Mustakis, emprendedora y empresaria chilena.
Las pequeñas y medianas empresas representan auténticos motores en las economías nacionales, representado por quienes no dudan en arriesgarse para convertir sus sueños en realidades. Esto cobra aún más relevancia en la era de la globalización, un tiempo de oportunidades donde las pymes pueden aventurarse más allá de sus límites, expandir sus conocimientos y servicios, ganando reconocimiento a nivel internacional.
Mi participación en el Congreso Internacional de Startups en Sevilla – España, junto con una destacada delegación de otros emprendedores chilenos, donde tuve el honor de desempeñar roles tanto en el Consejo Asesor como en la gestión de Chile, reforzó mi convicción sobre la importancia de involucrarse en eventos de esta índole. Este encuentro reúne a más de 500 líderes de innovación y nuevos negocios de 35 países, brindando una perspectiva única sobre la contribución de tales eventos a la prosperidad del ecosistema emprendedor.
A modo de contexto, España cuenta con un importante tejido empresarial conformado en su mayoría por pequeñas y medianas empresas (Pyme). Estas empresas desempeñan un papel crucial en la economía española, contribuyendo significativamente al empleo y al crecimiento económico. Hasta el 2022, y según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más del 80% de las empresas en España son pequeñas o medianas empresas. Al igual que en Chile, las Pymes son importantes generadoras de empleo, ya que representan una parte sustancial de la fuerza laboral y contribuyen de manera significativa a la reducción del desempleo.
Este tipo de instancias no sólo congregan a personas con un anhelo compartido de aprender y crecer, sino que también facilitan la creación de conexiones significativas, sumergiéndonos en un caldo de cultivo de conocimientos y vivencias. En la vida, pocos consejos superan aquellos provenientes de la experiencia, y la interacción con empresas de todo el mundo enriquece con perspectivas frescas y aprendizajes invaluables, contribuyendo al progreso y la adaptabilidad de los emprendedores alrededor del mundo.
Por otro lado, la conexión con prácticas comerciales y culturas empresariales diversas propicia, sin duda, el desarrollo de nuevas oportunidades de mercado, ampliando el alcance de la propia Pyme ante consumidores expectantes de descubrir productos y servicios innovadores. Gracias a su tamaño y enfoque específico, las pymes tienen el potencial de destacar en momentos saturados de información, estímulos y ofertas.
Otro aspecto crucial de esto es la importancia de fortalecer la red de contactos. Los negocios sólidos se construyen sobre cimientos de confianza, y la relación con el entorno ofrece oportunidades singulares para generarla. Si alguna vez han experimentado los efectos positivos del networking en Chile, imaginen las posibilidades al hacerlo en el extranjero. Esto puede marcar el inicio de colaboraciones, asociaciones estratégicas, oportunidades de inversión y un crecimiento sostenible.
Esforzarse por participar en plataformas transnacionales puede proporcionar ventajas invaluables, como el acceso a nuevas tecnologías y tendencias emergentes. Esto no solo enriquece nuestras expectativas y experiencia, sino que también mejora nuestra capacidad para proyectar competencia y eficiencia operativa, a la vez que facilita la diversidad de talento cualificado, permitiendo un reclutamiento más efectivo.
Finalmente, resulta fascinante observar cómo los beneficios de la expansión pueden situarnos a la vanguardia tanto a nivel nacional como extranjero. En el primer caso, el conocimiento de estándares y regulaciones brinda una ventaja notable, mientras que en el segundo, la expansión promueve la resiliencia ante desafíos económicos locales, creando una mayor estabilidad y sostenibilidad a largo plazo.
El espíritu emprendedor trasciende fronteras, resaltando la importancia de que las pymes se lancen al mundo, lideren eventos internacionales en sus áreas y sean escalables. No se trata solo de llegar a nuevos mercados, sino de enriquecerse con experiencias, establecer conexiones sobresalientes y construir una base sólida para el futuro. Al alentar a nuestras pymes a dar este importante paso, invertimos en su éxito.