«Las estrellas de estas Navidades: Temu, Shein, AliExpress y TikTok Shopping. Los 4 dragones» es el tema que propone Laureano Turienzo, Presidente y Fundador de la Asociación Española del Retail
Esta temporada navideña, Salesforce predice que los cuatro «dragones» chinos podrían acaparar una de cada cinco compras online a nivel mundial (21%), lo que equivale a aproximadamente 160.000 millones de dólares.
En España, la tendencia será similar.
Hoy en día, el comercio electrónico global está dominado por estos cuatro gigantes, que operan bajo el modelo D2C (Direct-to-Consumer). Este modelo permite que las fábricas chinas se conecten directamente con los consumidores occidentales a través de una simple aplicación, con el apoyo de marketing y logística proporcionada por las propias fábricas.
Estas Navidades, los 4 dragones inundarán los mercados occidentales con productos de bajo costo.
A simple vista, esto puede parecer una excelente noticia para los consumidores. Sin embargo, también conlleva una serie de problemas graves:
1. El modelo D2C y la pérdida de empleos
El modelo D2C chino implica la eliminación de numerosos puestos de trabajo al desviar el consumo de empresas locales que generan miles de empleos.
En España, los cuatro dragones juntos no generan ni 400 empleos directos. Esta cifra es menor que la que podría generar cualquier minorista mediano con una cantidad moderada de tiendas físicas. Por tanto, este modelo de negocio no está generando empleo directo en Occidente, sino en China.
2. Riesgo de deflación y quiebras masivas
Si los dragones chinos continúan reduciendo los precios, podríamos enfrentarnos a una deflación en varios sectores, lo que daría lugar a un círculo vicioso: quiebras masivas de empresas establecidas, aumento del desempleo y menor crecimiento económico.
Además, la estrategia de precios extremadamente bajos genera una cultura de consumo que educa a los consumidores para que esperen precios aún más bajos, retrasando sus compras. Si los consumidores postergan sus decisiones de compra, las empresas tendrán que bajar aún más sus precios debido a la falta de ventas. Esto, a su vez, provocará menores márgenes de beneficio, lo que llevará a las empresas a recortar costos, reduciendo salarios y despidiendo personal, lo que incrementará el desempleo.
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3. Impacto medioambiental negativo
El modelo de consumo impulsado por los 4 dragones chinos está basado en precios ultrabajos y en el hiperconsumo. Al ofrecer productos baratos centrados en las últimas tendencias y con una vida útil corta, se fomenta un ciclo de uso y descarte rápido, lo que genera un desperdicio masivo. Estos productos terminan en vertederos, incinerados o, en el mejor de los casos, enviados a países en desarrollo.
Además, el modelo D2C implica el envío de pequeños paquetes desde fábricas chinas a hogares en Occidente, recorriendo más de 10.000 kilómetros, lo que genera una huella de carbono considerable.
4. Prácticas comerciales insostenibles
Vender productos a precios tan bajos a menudo significa recortar gastos en calidad y en el cumplimiento de estándares éticos. Cuando los productos se venden a precios extremadamente bajos, suele implicar que los trabajadores reciben salarios bajos y que las condiciones laborales son deficientes.
5. Cero contribución a las economías locales
Finalmente, estos modelos de negocio no contribuyen a las economías locales de los países donde residen los consumidores. Los beneficios económicos generados por estas plataformas no se reinvierten en las comunidades occidentales, sino que se destinan en su mayoría a las empresas chinas.