En plena transformación de la industria de actividades al aire libre, una tendencia inquietante empieza a tomar forma: Europa está emergiendo como el destino principal para el exceso de inventario acumulado en países con cadenas de suministro dominadas por productos asiáticos y Estados Unidos. La combinación de aranceles elevadísimos, decisiones estratégicas de marcas internacionales y una demanda europea que, aunque fuerte, no es infinita, podría desembocar en una saturación del mercado.
En su artículo, @Eoin Comerford analiza esta realidad emergente y plantea una pregunta que está en boca de muchos en la industria: ¿Se está convirtiendo Europa en el vertedero de los inventarios de productos especializados en actividades al aire libre?. Puedes leer el análisis completo aquí.
Este escenario plantea importantes desafíos para marcas globales y para el mercado de outdoor en Europa, que, en medio de un contexto económico complejo, puede estar enfrentando una tercera ola de inventario acumulado con implicaciones serias para su dinámica de precios y crecimiento.
Aranceles y su impacto en la logística global
La foto de fondo en esta tendencia es la guerra comercial y arancelaria entre EE. UU. y China, que ha llevado a la imposición de aranceles entre el 145% y el 200% en muchas importaciones estadounidenses de productos manufacturados en China. Como resultado, muchas marcas internacionales con presencia en EE. UU. están optando por detener completamente los envíos o reducir su volumen para evitar pérdidas desmesuradas, en lugar de trasladar esos costos a los consumidores mediante subidas de precios del 40-100%.
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Pero, ¿qué sucede con el exceso de inventario que ya se encuentra en los almacenes chinos y otros países asiáticos? La respuesta aparente de muchas marcas ha sido: enviarlo a mercados con mayor demanda y menor saturación, y Europa emerge como la opción predilecta.
Europa: ¿el nuevo destino de los inventarios?
Diversas voces en la industria han revelado que varias marcas están redirigiendo productos que inicialmente tenían como destino Estados Unidos o mercados asiáticos hacia Europa, debido a las restricciones arancelarias. Destacan ejemplos como:
- Kathmandu, parte de KMD Brands Limited, anunció que trasladó inventario originalmente destinado a EE. UU. hacia Europa y otros mercados internacionales para evitar los costos arancelarios.
- Passenger, una marca con sede en Reino Unido especializada en ropa sostenible, pospuso su expansión en Estados Unidos y en su lugar, redirige esos productos hacia Europa, impulsada por la demanda creciente y los aranceles en China.
- Marcas estadounidenses con planes a largo plazo para expandirse en Europa reconocen que la región puede ser una vía rápida para vender productos construidos en Asia, compensando las dificultades en otros mercados.
¿Pero qué implica esto para la demanda europea?
¿Europa tiene capacidad para absorber el exceso de inventario?
Europa cumple con varios requisitos que la convierten en un destino natural para estos productos:
✔️ Niveles de vida similares a EE. UU. y otras economías maduras.
✔️ Interés compartido en estilos de vida activos, actividades al aire libre y sostenibilidad.
✔️ Requisitos de tamaño y ajuste relativamente comparables, facilitando la entrada de marcas internacionales.
Sin embargo, la pregunta clave es si la demanda europea podrá absorber de manera sostenida estos volúmenes adicionales de inventario sin saturar el mercado. La experiencia pasada nos muestra que una llegada repentina de grandes cantidades de productos puede tener un efecto contraproducente: reducir precios, dañar márgenes y crear una competencia interna entre marcas ya establecidas en la región.
El efecto post-COVID y el riesgo de sobreinventario
Similar a lo que ocurrió en la recuperación post-pandemia de otros sectores, la industria de actividades al aire libre ha sufrido en los últimos años malas lecturas de la demanda, pedidos excesivos y sobreinventario en varias ocasiones. La llegada masiva de productos sin un análisis preciso puede desencadenar una bajada de precios, pérdida de valor de marca y un daño duradero en el mercado.
El problema se intensifica en un contexto de alta inflación, desaceleración económica y cambios en preferencias de consumidores, que cada vez buscan productos más sostenibles y adaptados a sus necesidades reales, no solo a campañas de lanzamiento o tendencias pasajeras.
¿Qué están viendo los expertos y las marcas en Europa? (continuación)
- Reducción de márgenes: Muchas marcas, para evitar pérdidas, están bajando precios y ofreciendo promociones agresivas, lo que a largo plazo puede erosionar su valor de marca y disminuir la percepción de exclusividad o calidad.
- Aumento de inventario en los puntos de venta: Las tiendas físicas y plataformas online registran sobrantes de stock, generando una presión adicional para gestionar restos que no tienen un destino claro.
- Captura de mercado en segmentos específicos: Algunas marcas optan por posicionarse en nichos más específicos, pero en un escenario general, la acumulación de inventarios genera una competencia feroz y una posible guerra de precios.
Estas señalizaciones apuntan a que Europa podría estar enfrentando un riesgo real de sobreabastecimiento, con todos los efectos colaterales que ello conlleva en la salud del mercado de actividades al aire libre.
¿Estamos en un punto de inflexión o se avecina una crisis?
La acumulación de inventario en la región puede ser solo la avanzada de una crisis más profunda si las marcas y distribuidores no toman medidas estratégicas. La posibilidad de saturar el mercado europeo con productos importados de Asia, que en muchos casos ya están en el límite de su ciclo de vida o no se ajustan a las preferencias locales, podría destruir valor y obligar a una reestructuración masiva.
Este posible escenario ya está siendo advertido por analistas y empresarios, quienes temen que la estrategia de redirección de inventario a Europa pueda traer efectos similares a los vividos en otros sectores con sobrestock transitorio: precios bajos, pérdida de valor de marca y guerra de cuotas de mercado.
¿Qué podemos esperar?
Europa, por sus características económicas y culturales, sigue siendo un mercado atractivo para las marcas de actividades al aire libre, pero también vulnerable a un exceso de inventario que podría desestabilizar el equilibrio actual. Los aranceles del 145-200% están generando una reconfiguración en las cadenas de suministro globales, y Europa parece convertirse en la vía de escape para muchas marcas que enfrentan obstáculos en Norteamérica y Asia.
Para las marcas, la clave será gestionar cuidadosamente esa sobreabundancia y no caer en la tentación de exceso de stock que, en el mediano plazo, puede acabar dañando sus márgenes y reputación. Para los consumidores, significa más opciones, pero quizás también más promociones y precios en descenso.
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El mercado europeo, por su parte, debe prepararse para una posible avalancha de productos, que podría requerir nuevas estrategias de gestión de inventarios, diferenciación y adaptación a las expectativas locales.
En definitiva, la situación exige una vigilancia constante y una estrategia flexible. La pregunta clave que deja este escenario es: ¿Europa podrá absorber esta marea de inventarios sin perder valor, o será víctima de su propio éxito y de una sobreoferta que pueda terminar frenando su crecimiento en el sector outdoor?