Variedad. El sector de la gran distribución alimentaria en España se compone de grandes grupos
multinacionales, y de actores de ámbito nacional o regional, que tienen estrategias muy
diferentes, tanto en sus apuestas por la marca de distribuidor como en sus enfoques por los
modelos de tienda. Podemos encontrar una mayor o menor orientación hacia la proximidad, gran
peso en formatos de gran superficie o tiendas tipo cash, así como actores con tiendas
exclusivamente propias frente a aquellos que se basan en formatos de franquicia o asociados.
• Foco en los precios. La continuada inflación sufrida en los últimos años ha producido una
pérdida de poder adquisitivo de los hogares. El crecimiento de los salarios es insuficiente y los
consumidores ponen todavía más el foco en los precios, potenciando su preferencia por la marca
blanca.
• Cambios en los hábitos de consumo de los consumidores. Se intensifica la apuesta por las
compras recurrentes, casi diarias, de un menor número de productos por compra, en puntos de
venta de un radio de influencia más cercano al domicilio. Esta necesidad de mayor cercanía la
satisfacen los formatos de proximidad.
• Fuerte competitividad. El número de nuevas aperturas de los principales operadores del país
no deja de crecer, y la fuerte competitividad empuja al continuo crecimiento de la superficie
comercial en España. Mantener cuota de mercado en términos de superficie comercial necesita
ir de la mano de una estrategia de expansión adecuada y sostenible. Por otro lado, las continuas
reformas y remodelaciones, e incluso cambios de ubicación, son una constante del sector.
Vea también: “Compra ahora, paga después”
• La rentabilidad en términos EBITDA sobre ventas de los principales operadores de retail
food en España se ha movido en los últimos tres años de media en un entorno entre el 4% y
el 6%, aunque varía muchos de unos actores a otros.
• Apuesta por los productos locales. La necesidad de ofrecer productos locales y de gran cercanía
se hace imprescindible ante un consumidor cada vez más interesado en el origen de los
productos. España cuenta con operadores regionales con gran influencia en sus zonas “core” que
saben explotar perfectamente esta necesidad de productos de cercanía y conocen muy bien a su
cliente.
CLAVES
“Nos encontramos ante un escenario de continua lucha por la superficie comercial, de la mano de unos
consumidores más exigentes, con menor poder adquisitivo, por lo que se trata de uno de los sectores que
presenta una mayor competitividad”, afirma Guillermo Lucas, Analista de Riesgos de Solunion España. “El
crecimiento de los salarios y la creación o destrucción de empleo serán también clave para determinar cómo
evolucionará la demanda que, de momento, confirma un endurecimiento continuo de la competitividad del
sector”, concluye.
En España, la inflación se situó, en mayo de 2024, en un 3,6%, y se mantiene por encima de la media de la
Unión Europea, impactando en el poder adquisitivo de los hogares. Asimismo, según la encuesta de
población activa (EPA), la tasa de paro en nuestro país se sitúa, en el primer trimestre de 2024, en el 12,3%.
En este contexto, el índice de comercio al por menor muestra un ligero descenso en los primeros meses
de 2024, aunque evoluciona de manera estable.
A su vez, el índice de ocupación del comercio al por menor desciende en los últimos meses, aunque se
mantiene en niveles más elevados de los que presentaba en 2019, con la tasa anual de ocupación en el
sector creciendo al 2%.
La citada moderación de la inflación está influyendo en la confianza de los consumidores. Así, aunque
el Índice de confianza del consumidor se mantiene en niveles negativos, mejora en los últimos
meses. Por su parte, la confianza del comercio minorista se mantiene positiva, aunque en valores muy
pobres.
La tasa de ahorro de los hogares españoles se empieza a recuperar también tras una caída de sus
máximos prepandemia. Tras tres años de descensos, el principio de 2024 confirma la recuperación de
este indicador.
Índice de impagos
Históricamente, el índice de impagos en el sector retail se ha mantenido por debajo de la media
nacional, hasta que durante el primer semestre de 2023 empeoró su comportamiento, aunque se
corrigió nuevamente en agosto de 2023. Desde entonces, continúa por debajo del promedio, con un
ligero crecimiento en los primeros meses de 2024, en línea con la media.
Insolvencias: tras los picos históricos de 2022-2023, el volumen de concursos de acreedores del
sector tiende a moderarse en 2024
La media de los concursos presentados en el sector de la distribución alimentaria se mantiene por
encima de los 100 en los últimos 12 meses. En 2023 concursaron en España más de 100 empresas del
sector, cifras no mucho más elevadas de las que teníamos en 2019, donde se situaba cerca de los 80
concursos al año.
PERSPECTIVAS EN EL SECTOR
• Pese a los cierres o reubicaciones de tiendas, la previsión para 2024 apunta a que la superficie
comercial de alimentación en España siga creciendo. Los continuos esfuerzos expansivos de todo el
sector, con grandes partidas de capex destinadas a nuevas aperturas con el fin de crecer o mantener
cuota de mercado, alentará ese crecimiento.
• Los consumidores, especialmente en las grandes ciudades, están cambiando progresivamente sus
hábitos de compra en alimentación hacia una compra más recurrente, casi diaria, de un ticket
medio mucho más bajo, y están apostando claramente por los formatos de proximidad presentes en
entornos urbanos. Esas compras más frecuentes están sustituyendo cada vez más la tradicional
compra de gran importe.
• Algunos de los principales operadores de retail food cada vez tienen más presente este cambio de
los hábitos de compra, decantándose por formatos de proximidad y de conveniencia en zonas
urbanas. Así, encontramos tiendas de menor sala de venta, una venta/m2 más elevada, con tickets
medios de menor importe, presentes en ubicaciones de mayor valor, con una influencia de apenas
un radio de 3-5 minutos a pie, enfocados en esos nuevos hábitos de compra del consumidor que
demanda inmediatez.
• Las tiendas de proximidad franquiciadas: crecimiento rápido y agilidad de aperturas. Gran parte de
las nuevas aperturas de tiendas bajo la fórmula de la franquicia son segundas o terceras tiendas de
actuales franquiciados/asociados, ya que la captación de nuevos socios que emprendan es la labor
más compleja a la que se enfrentan los franquiciadores de este sector. La falta de relevo generacional
también es un problema, que está afectando a la continuidad de muchos puntos de venta. El
frenético ritmo de nuevas aperturas, tanto de tiendas propias como franquiciadas va de la mano
también de remodelaciones de tiendas consolidadas y de una constante modernización del parque,
con un continuo estudio y revisión de ubicaciones actuales donde, aquellas con formatos de menor
sala de ventas serán más fáciles de reubicar ante un movimiento de competencia, por ejemplo.
También empiezan a ser una dinámica habitual en el sector las recurrentes compras de lotes de
tiendas entre operadores, así como los cambios de enseña por parte de socios o franquiciados.
• Foco en los arrendamientos. La apuesta por tiendas de proximidad en entornos urbanos significa
que, en la mayoría de los casos, hablemos de parques de tiendas en locales arrendados. La fuerte
competencia por hacerse con estos locales prime bien ubicados provoca que el sector deba centrar
grandes esfuerzos y recursos en la adecuada gestión de la renovación y negociación de los
contratos de arrendamiento de su parque de tiendas, siendo este un punto esencial para la
rentabilidad.