«El retail: Esencia humana a través de los tiempos»es el tema que propone Laureano Turienzo Esteban, Elegido mayor Líder & Influyente mundial en retail en español
El retail fue, es y será un asunto principal de la humanidad.
Las letras escritas del pasado, la voz transmitida y las evidencias arqueológicas, nos revelan una Bethelem (Belén) que era un diminuto pueblo a 10 km de la Jerusalem, y cuya actividad principal era el pastoreo.
Estos días celebramos la llegada de los Reyes Magos a Belén, hace más de 2 mil años.
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Sabemos de la enorme vida comercial de Jerusalén, donde había muchas panaderías, carnicerías, tabernas, e incluso locales donde se cocinaba y la gente iba a recoger comida (el equivalente a nuestra comida rápida), y sabemos que se entregaba comida a los domicilios particulares.
El «delivery» inventado dos mil años antes de que los gurus anglos inventaran la palabra WOW.
Sabemos que había muchas tiendas donde los artesanos vendían el producto de su oficio, cestas, instrumentos musicales, cuchillos, velas, telas, cerámica, especias. Y sabemos que había carpinterías, y restaurantes, y casas de alojamiento, y casas de cambios, y de apuestas.
Sabemos que los comerciantes peleaban con precios con sus competidores, aunque los sacerdotes y funcionarios vigilaban para que no se desataran guerras de precios, y sabemos que el surtido diferencial era esencial. Y sabemos que las tiendas y los puestos más cercanos a los templos eran los más codiciados, pues eran los que tenían más tráfico peatonal. Y sabemos, por los textos bíblicos, que la atención al cliente era muy desigual, y que allá donde los compradores eran tratados bien, eran los comercios que más triunfaban.
Cuando Jesús muchos años después, y sus discípulos entraron en la Ciudad Santa de Jerusalén durante la Pascua, se encontraron con una ciudad que vivía en torno a sus templos y a sus mercados y tiendas.
En los días de Jesús, la población de Jerusalén tenía un promedio de unas 25.000 personas. Durante una festividad o festividad judía, la población podía ser cuatro o cinco veces mayor.
Al cruzar una puerta que conduce a la Ciudad Baja, había pequeñas tiendas y mercados. Sus vendedores serían artesanos, como sastres, carpinteros y tejedores. Más abajo en la estrecha calle estaban los bazares, donde te encontrarías con los panaderos, granjeros y otros comerciantes locales que vendían frutas, panes, pescado seco, ropa, perfumes y joyas.
En la Ciudad Alta, las calles y las casas vivían las familias judías ricas, y tenían sus propias tiendas y bazares que vendían los mejores artículos. Junto con los alimentos más frescos, se podían comprar cosas como marfil, incienso, alimentos importados caros y cosas hechas de oro y plata.
Todas las ciudades del mundo pasado, y del mundo presente, se han vertebrado en torno al retail.
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Una ciudad sin tiendas, sin comercios,sin restaurantes, sin hoteles, sin bares, sin talleres, sin farmacias, sin todo lo que constituye el retail, sería una distopia.
El retail fue, es y será un asunto principal de la humanidad.