La industria del retail enfrenta constantes desafíos que requieren un liderazgo dinámico, estratégico y comprometido. El reciente artículo de @Mauricio Arenas Palacio, “Siempre pasa lo que el Líder(es) quiera que pase”, destaca la importancia crucial de la mentalidad y la proactividad en los líderes del sector, un tema que merece ser analizado en profundidad. Lee el artículo completo aqui.
La Mentalidad de Dueño: Clave para el Éxito
Un líder empoderado, dotado de una verdadera mentalidad de dueño, tiene el poder de transformar la realidad de un negocio. Esta figura no solo se ocupa de impulsar las ventas y mejorar los costos; también se enfoca en reducir gastos, prevenir patrones de merma y avería, y maximizar la rentabilidad. En este sentido, la productividad y el bienestar del equipo de trabajo son igualmente prioritarios. “Un líder eficaz cuida de sus equipos, fideliza a los clientes y, en consecuencia, mejora las utilidades”, escribe Mauricio, subrayando que el impacto positivo de un líder proactivo es evidente en todos los aspectos del negocio.
Ver también: De Tienda Departamental a Potencia Global: La Ambiciosa Estrategia de Liverpool
Por el contrario, un líder pasivo se convierte en un obstáculo para el crecimiento de su tienda, ya que espera que la inercia haga su trabajo. Sin acción y sin una conexión auténtica con el equipo y con los clientes, la tienda corre el riesgo de caer en la mediocridad o, en el peor de los casos, enfrentar el fracaso.
La Importancia de la Presencia Activa
Mauricio utiliza el dicho «El OJO del Amo Engorda el Ganado» para ilustrar la importancia de la presencia activa en la gestión de un negocio. No se trata únicamente de estar físicamente presente en la tienda, sino de involucrarse con un enfoque estratégico y con una capacidad de gestión real. Un buen líder es aquel que camina por su negocio observando cada detalle, interactuando con su equipo y conversando con sus clientes. Este tipo de atención es fundamental para identificar áreas de mejora y generar cambios significativos.
El Peligro de la Desconexión
Uno de los argumentos más potentes del artículo es el peligro de la desconexión que puede sufrir un líder. Los problemas más graves de una tienda no suelen surgir en la oficina central del líder, sino que se desarrollan en el piso de ventas, en la bodega o en las cajas registradoras. La falta de atención a detalles como un pasillo mal surtido o una mala exhibición en la sección de productos frescos puede ser devastadora. Como menciona Mauricio, “los motines ocurren en la parte baja del barco, donde el capitán menos va”. Esto pone de relieve la noción de que un líder que no se sumerge en la operación y que no comprende las frustraciones cotidianas de su equipo o de sus clientes corre el riesgo de cavar su propia tumba.
Un líder desconectado que no identifica ni controla los «puntos de alerta» en su operación —tales como auditorías o banderas rojas— puede estar condenando su negocio a un deterioro gradual e irreversible. A menudo, cuando deciden actuar, ya puede ser demasiado tarde para recuperar el terreno perdido.
Haciendo Que Las Cosas Sucedan (HQLCS)
Mauricio presenta el concepto de “Hacer Que Las Cosas Sucedan” (HQLCS) como un mantra esencial para el liderazgo en retail. Este principio implica que el retail no es solo una ciencia de ventas pasivas; es acción, anticipación y adaptación. Los líderes efectivos no esperan a que las ventas lleguen por arte de magia; en cambio, se enfocan en provocar la venta, creando experiencias de compra memorables y optimizando la operación. Crear un ambiente donde todos los miembros del equipo se sientan motivados y empoderados a participar es parte de este enfoque.
Un gerente que aplica este principio no deja cabos sueltos: revisa cada detalle antes de abrir, asegura que el punto de venta esté impecable y estudia los indicadores de rendimiento. Es una persona que, además de gestionar, se hace responsable de cada resultado —bueno o malo— que surja. Así, se establece una cultura de responsabilidad y mejora continua.
Un Liderazgo Activo y Decisivo
El liderazgo en retail no es una posición cómoda desde donde se dan órdenes; es más bien una trinchera en la que se deben tomar decisiones rápidas y resolver problemas de inmediato. La esencia de un buen liderazgo radica en la capacidad de adaptarse y delegar en situaciones de alta presión.
Mauricio concluye con una reflexión poderosa: “Siempre pasa lo que el Líder(es) quiera que pase; ni más, ni menos”. Esto implica que si una tienda no está vendiendo, está perdiendo clientes o no se está reinventando, es crucial preguntarse si el líder está haciendo lo necesario para generar acción.
Ver también: El impacto de las políticas arancelarias de Trump en el comercio internacional y el retail latinoamericano
El liderazgo en retail es un arte que requiere una combinación de presencia activa, mentalidad proactiva y capacidad de adaptación. Un buen líder no solo dirige; inspira, observa, corrige y, sobre todo, actúa.