En el mundo del retail alimentario, pocos productos tienen el poder de atraer, fidelizar y consolidar una base de clientes como lo hacen los productos frescos: frutas y verduras, carnes, productos del mar y panadería. Este segmento, considerado muchas veces como el “caballo de batalla” del canal de distribución, no solo aporta diferenciación competitiva, sino que también fomenta la repetición de compra y la fidelidad del consumidor.
En este contexto, en un artículo de @Xavier Cros Benlliure, se profundiza en el análisis del papel crucial que juegan los productos frescos en la distribución organizada, especialmente en España, un país con una cultura muy arraigada en el consumo de estos productos, tanto por tradición como por preferencias de la población. Puedes leer el artículo completo aquí.
A continuación, comparto una visión ampliada y contextualizada de este tema, que refleja la importancia de los productos frescos en la estrategia de los retailers, teniendo en cuenta la evolución del mercado y las tendencias actuales.
El músculo de los productos frescos en el retail
Los productos frescos representan mucho más que una categoría de productos: son el corazón de muchas estrategias comerciales. En primer lugar, por su carácter diferencial. La calidad, la frescura y la origen de estos productos pueden convertirse en un elemento que distinga a un establecimiento del resto, convirtiéndolo en un destino de confianza para los consumidores en busca de calidad y seguridad alimentaria.
Ver también: ¿Eres realmente deseable para tus clientes?
Además, estos productos fomentan una mayor frecuencia de compra. La necesidad de comprar frutas y verduras, carne, pescado o pan de forma frecuente incentiva visitas recurrentes a los puntos de venta, ayudando a aumentar el volumen de ventas y la rotación del surtido. Los consumidores que valoran la frescura y la calidad están dispuestos a pagar más en productos que garantizan esas características, lo cual incrementa también los márgenes del retailer.
La tendencia de pérdida de cuota del canal tradicional
A pesar de la fuerte tradición en el consumo de productos frescos, en España, el canal tradicional —como carnicerías, pescaderías y fruterías— empieza a ceder terreno frente a las cadenas de supermercados, que están invirtiendo en mejorar sus secciones de frescos con productos de calidad, mayor variedad y servicios complementarios. La tendencia está clara: la conveniencia, la oferta de marcas propias y la estructura de precios hacen que cada vez más consumidores opten por supermercados para sus compras habituales.
No obstante, los supermercados necesitan consolidar su liderazgo en este segmento diferenciándose mediante la calidad, la proximidad y, sobre todo, la confianza en la frescura y origen de sus productos. En muchos casos, la estrategia de los retailers regionales ha sido precisamente centrarse en la calidad de los frescos, y los resultados parecen respaldar esa estrategia.
La importancia de la calidad y la diferenciación
La calidad en productos frescos no solo significa frescura, sino también trazabilidad, origen y sostenibilidad. Cada vez más consumidores valoran saber de dónde procede lo que están comprando, demandando productos certificados y sostenibles. Esa tendencia favorece a retailers que invierten en criterios de calidad y en ofrecer una cuidada selección de productos regionales y de temporada.
Además, la diferenciación en el segmento de frescos puede traducirse en valor añadido: productos ecológicos, orgánicos, de proximidad o artesanales. Estos aspectos contribuyen a crear una propuesta de valor que atrae a un perfil de consumidor más exigente, dispuesto a pagar un poco más por productos que cumplen con estos criterios.
Innovación y el papel de la experiencia en el punto de venta
El incremento de la competencia obliga a los retailers a innovar en sus secciones de frescos. La experiencia de compra, la presentación del producto, la atención personalizada y el conocimiento del personal son elementos clave para atraer y fidelizar a los clientes. La educación sobre los beneficios de consumir productos frescos, consejos de preparación y recetas, puede fortalecer el vínculo del consumidor con la tienda.
Es también esencial apostar por la innovación en formatos y servicios: lotes preparados, productos listos para cocinar, servicios de entrega a domicilio y la integración con plataformas digitales son herramientas que potencian la compra de frescos en un escenario cada vez más digital.
Oportunidades y desafíos futuros
El futuro del sector de productos frescos en la distribución organizada ofrece oportunidades y desafíos. La tendencia hacia la sostenibilidad, la trazabilidad y la preferencia por productos de calidad ofrecen a los retailers la posibilidad de diferenciarse y captar consumidores cada vez más informados y exigentes. La clave será mantener la inversión en calidad, innovación y experiencia de compra en un mercado que, aunque en evolución, sigue siendo muy de producto fresco.
Por otro lado, la competencia del canal tradicional y la creciente oferta de productos de proximidad y orgánicos en otros formatos obliga a los grandes retailers a seguir perfeccionando sus propuestas y fortaleciendo su estrategia diferencial en frescos.
Reflexión final
La importancia de los productos frescos en el retail no puede subestimarse. Son, sin duda, el “caballo de batalla” que puede marcar la diferencia entre un supermercado ordinario y un establecimiento preferido por los consumidores. La fidelización, la frecuencia de compra y la percepción de valor están estrechamente ligadas a la calidad y la experiencia que se ofrece en estos productos.
Ver también: En este podcast de RitaCast: Cómo construir una marca personal fuerte sin viralizarse
Su análisis, la estrategia basada en la calidad de los frescos sigue siendo una de las más eficaces en un mercado cada vez más competitivo y exigente. En un contexto donde la sostenibilidad y la trazabilidad ganan peso, los retailers que logren combinar calidad, innovación y experiencia serán los que liderarán el futuro del segmento.