«El Futuro de los Supermercados: Una Transformación Sin Precedentes»es el tema que propone Laureano Turienzo Esteban, Elegido mayor Líder & Influyente mundial en retail en español.
Se avecina la mayor transformación de los supermercados en la historia.
Las revoluciones míticas en este sector han sido tecnológicas, como la llegada de los carritos de la compra y el escáner de precios; estructurales, como la revolución de los formatos (autoservicio, super, hiper); o conceptuales, como la globalización del surtido, lo orgánico y local, los horarios más prolongados, internet y los supermercados online, así como las guerras de precios y las tarjetas de fidelización, y las marcas blancas… Pero todas esas revoluciones se han realizado en un escenario donde los retailers eran distribuidores de productos y bebidas. Hoy, esa era está agotada: los retailers no pueden ser solo distribuidores; deben ser mucho más de cara a los consumidores y a los fabricantes. Hoy, por ejemplo, en China las plataformas digitales se están saltando a los supermercados y conectando a millones de chinos con los agricultores, enviando directamente los productos a los domicilios particulares de las grandes urbes en cuestión de horas.
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Los antiguamente llamados distribuidores de alimentos y bebidas deben hacer frente a retos sin precedentes: el hecho de que, en 20 años, seamos en el mundo 1.4 mil millones de personas más que hoy (la población mundial en 1900 era de 1.7 mil millones de personas. En 2043 seremos 9.2 mil millones que tendrán que llenar sus estómagos diariamente), el cambio climático, el colapso de la cadena global de suministro, y las nuevas fuentes de alimentos, entre otros.
Las cadenas de supermercados deben aspirar a ser ecosistemas omniclientes. Vamos hacia un mundo de hogares inteligentes con frigoríficos que harán posible que los alimentos y bebidas ya no incluyan fechas de «caducidad». Nos dirigimos a trillones de preguntas a Alexa, al metaverso en la cocina con hologramas recomendándonos qué comer, y al live streaming con conexión en directo con la sala de venta de frescos del supermercado. También hacia la tolerancia cero con el plástico, el regreso infinito del granel, y precios dinámicos y ultrapersonalizados en los móviles de los consumidores mientras pasean por los pasillos. Todos estos cambios incluirán un drástico adelgazamiento del número de referencias de productos en la sala de exposición, así como el algoritmo omnipresente y la automatización total de todas las labores rutinarias. Esto implica un giro en el rol del empleado en los supermercados.
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Vamos a la urgente revolución verde de la cadena de suministro, donde las personas, en lugar de llenar sus canastas primero y decidir más tarde qué cocinar, planificarán sus comidas con anticipación y la tecnología reunirá todos los ingredientes, reduciendo el desperdicio alimentario. También asistiremos al fin de muchos supermercados tal como los conocemos, que se transformarán en zonas sociales que reservarán espacios comunitarios, cocinas, áreas de cultura nutricional, jardines y huertas abiertas a los clientes.