«¿Cómo evaluar el nivel de sofisticación de un minorista?»es el tema que propone Jean-Marc François, Fanático del comercio minorista
Siguiendo con las preguntas más comunes que me hacen es cómo determino el nivel de madurez de un retailer.
Mi respuesta siempre es la misma: mucho está en los habladores o etiquetas de precios. Las etiquetas no solo indican el precio, sino que nos dan una visión clara de la eficiencia operativa y los temas en los que la operación del negocio está enfocada, y naturalmente la atención hacia la experiencia del consumidor.
Para los minoristas más avanzados, un etiquetado de precio va mucho más allá del precio visible.
Estos son los elementos clave que distinguen a los mejores:
Información básica de precios: Precio total unitario, pero también el precio por unidad de peso o volumen para ayudar al consumidor final a la hora de evaluar el valor verdadero de un producto versus otro (pensemos, por ejemplo, en la categoría de cereales), y detalles como descuentos o promociones especiales.
Códigos QR: Esto es nuevo en muchas cadenas. El objetivo es brindar información adicional sobre el producto (por ejemplo, ingredientes, origen, beneficios, dietas especiales, atributos clave, certificaciones, etc.). Esto facilita la interacción con el consumidor tanto presencial como digital y genera una experiencia de compra más rica.
Datos operativos clave como nombre del producto, SKU y código UPC. Estos datos permiten una fácil correlación entre el producto y el etiquetado, fundamental para mantener la precisión en el inventario, determinar la merma y garantizar la disponibilidad de productos.
Gestión de inventarios: Información clave para el seguimiento de inventarios cíclicos, control de mermas, detección de pérdidas y optimización de la rotación de productos.
Planograma y gestión de estanterías: La etiqueta también revela información sobre la posición del producto en el estante, el número de caras (facings) y la cantidad de unidades en exhibición. Esta data es crucial para evaluar el cumplimiento del planograma y la efectividad en la exposición del producto.
Interacción con el equipo operativo: Algunas etiquetas incluyen información dirigida a los equipos de tienda, como instrucciones de reposición, inventarios máximos, mínimos, óptimos, alertas de caducidad y otros datos para garantizar una gestión eficiente del punto de venta.
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En resumen, un etiquetado de precios bien diseñado no solo facilita la compra para el consumidor, sino que también se convierte en una herramienta estratégica para la gestión operativa, el control de inventarios y la optimización de la experiencia en tienda.
¿Y tú qué piensas?¿qué información adicional pueden trasmitir las etiquetas de precios?¿qué otras variables usas para determinar la madurez o nivel de ejecución de un minorista?