«Cómo crear una cultura empresarial que apoye la transformación digital»es el tema que propone Juan Merodio, Conferenciante & Consultor de Marketing Digital & Inteligencia Artificial
A raíz de tecnologías revolucionarias como la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML), que están transformando drásticamente las operaciones empresariales, la conexión entre la tecnología y el cambio cultural es más evidente que nunca.
Aunque los líderes pueden comprender este concepto de manera teórica, términos como «cultura» y «gestión del cambio» suelen ser desestimados como simple jerga de recursos humanos. A pesar de la creciente demanda de gestión del cambio, esta área recibe con frecuencia una inversión inadecuada durante las transformaciones digitales. Este descuido lleva a una adopción más lenta de la tecnología, desalineación dentro de la organización y retrasos en los retornos de inversión tecnológica, como lo demuestra McKinsey.
¿Por qué es esencial la transformación cultural durante las transiciones tecnológicas?
Integrar nuevas tecnologías en una empresa requiere un cambio fundamental de perspectiva. Este cambio demanda modificar mentalidades antes de que ocurra una adopción real.
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Pensemos en cómo la introducción de los teléfonos inteligentes, el correo electrónico y las redes sociales impactó profundamente nuestras vidas. Inicialmente, muchas personas resistieron estos cambios, aferrándose a métodos tradicionales de comunicación y consumo de noticias, como llamadas telefónicas y periódicos impresos. Sin embargo, a medida que reconocimos la eficiencia y conveniencia que estas tecnologías ofrecían, nos adaptamos gradualmente. Las investigaciones muestran que la influencia social desempeña un papel significativo en la adopción de nuevas tecnologías.
Un motor clave de esta adaptación fue la presión social. Observar cómo nuestros pares utilizaban nuevas herramientas destacaba lo que podríamos estar perdiéndonos, generando una sensación de «FOMO» (miedo a quedarse fuera). Comprendimos que adoptar nuevas tecnologías podía mejorar nuestras relaciones al facilitar una comunicación más rápida y un mejor intercambio de información.
Esta dinámica también es crucial para las organizaciones.
En muchas empresas, los equipos operan en silos, demasiado cómodos en sus entornos aislados. Estos sistemas y procesos separados a menudo fomentan resentimiento y competencia entre equipos. Como resultado, los empleados de primera línea luchan por ver el panorama general de la organización, lo que limita su comprensión holística. Las investigaciones de McKinsey resaltan cómo las estructuras en silos pueden obstaculizar la agilidad y la capacidad de respuesta.
Por ello, cuando una empresa introduce nuevas tecnologías diseñadas para promover la colaboración entre estos silos, los resultados suelen ser decepcionantes. Sin una mentalidad colaborativa ya establecida, surge la resistencia a adoptar nuevas herramientas. Los empleados pueden aferrarse al statu quo, cuestionando la necesidad de un cambio cuando sus sistemas actuales parecen funcionar adecuadamente. Es posible que no reconozcan cómo las nuevas herramientas podrían beneficiar los procesos posteriores o sentirse motivados a cambiar.
En el caso de la IA y el ML, en particular, también pueden surgir sentimientos significativos de incertidumbre y temor por el posible desplazamiento laboral y la necesidad de aprender rápidamente nuevas habilidades y requisitos de rol. Este cambio puede generar tensiones dentro de la organización, requiriendo una gestión del cambio sólida para navegar los roles en evolución. Es necesario incorporar una cultura de aprendizaje continuo, agilidad y toma de decisiones basada en datos para implementar con éxito estas nuevas herramientas en el lugar de trabajo.
Cómo afrontar los desafíos de la transformación digital
Aquí hay algunas estrategias de nuestro Playbook LEADER para abordar los desafíos de la transformación tecnológica:
- Comenzar temprano: Involucrar a las partes interesadas desde el principio a través de talleres de alineación, reuniones generales, encuestas y comunicación activa bidireccional para lograr el compromiso antes de implementar nuevas herramientas. Esto ayuda a minimizar el tiempo y los recursos desperdiciados. Enfatizar los beneficios de la transformación, utilizando tanto datos comparativos de la industria como narrativas convincentes para construir un caso de negocio sólido.
- Implementar de manera incremental: Introducir los cambios gradualmente y de manera ágil para evitar saturación. Utilizar micro-aprendizajes y capacitaciones en modos mixtos según las necesidades de diferentes grupos de usuarios, recoger retroalimentación y garantizar el soporte adecuado para los equipos que enfrenten dificultades. Asegurarse de que las comunicaciones y capacitaciones estén personalizadas según las necesidades y estilos de aprendizaje de los grupos interesados, y que existan mecanismos de retroalimentación.
- Movilizar a los primeros adoptantes: Crear una red multifuncional de primeros adoptantes que puedan ser embajadores de la nueva iniciativa y liderar la transformación en sus áreas. El cambio puede ser intimidante, y muchos empleados prefieren lo familiar.
- Destacar los éxitos iniciales: Crear impulso para el cambio enfocándose en los logros de menor complejidad pero de alto impacto. Asegurarse de que las actividades piloto sean de bajo riesgo y alto beneficio, logrando éxitos iniciales que se puedan demostrar a la organización para aumentar la percepción positiva hacia la iniciativa. Combatir la fatiga del cambio comunicando regularmente logros pequeños y significativos. Mantener el entusiasmo a través de boletines, actualizaciones en la intranet y reconocimientos de liderazgo.
- Alinear incentivos: Alinear los indicadores de desempeño con los comportamientos deseados para impulsar el aprendizaje y las tasas de adopción. Incentivar a los usuarios a adaptarse a los nuevos procesos y celebrar y reconocer cuando lo hagan.
Crear una cultura que apoye la transformación digital
Los cambios culturales provocados por las tendencias tecnológicas en rápida evolución, incluidas la IA y el ML en el lugar de trabajo, son profundos y multifacéticos. A medida que las organizaciones se apresuran a adoptar estas tecnologías, también deben reconocer la necesidad de construir una cultura de apoyo que priorice la adaptabilidad, el aprendizaje continuo y las consideraciones éticas. Al fomentar la comunicación abierta, la confianza y la colaboración, las empresas pueden mitigar la resistencia y aumentar la participación de los empleados.
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En última instancia, atravesar con éxito una transformación digital requiere un compromiso no solo para integrar tecnologías avanzadas, sino también para empoderar a los empleados para prosperar en un panorama en constante evolución. Al hacerlo, las organizaciones pueden desbloquear completamente el potencial de las nuevas herramientas mientras cultivan una cultura laboral resiliente e innovadora.