El Comercio Justo en España ha experimentado un notable crecimiento, alcanzando una facturación de 156,2 millones de euros en 2023, un aumento del 7% en comparación con el año anterior. Este incremento se traduce en una recuperación significativa del sector, luego de un período de estancamiento en los incrementos de ventas que se había observado desde 2020. La Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) atribuye este crecimiento a un aumento en los ingresos de las organizaciones importadoras de Comercio Justo y a un impulso en las ventas de productos con el sello Fairtrade en empresas convencionales, lo que indica un mayor reconocimiento y aceptación del Comercio Justo entre los consumidores españoles.
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El consumo medio por persona en España se situó en 3,20 euros durante 2023, lo que refleja un interés creciente en estos productos éticos y sostenibles. En términos de canales de distribución, los supermercados y grandes superficies han sido los principales responsables de este consumo, representando aproximadamente el 82% de las ventas de productos de Comercio Justo. Esto contrasta con el 12,7% que corresponde a la hostelería y un 5,1% a tiendas pequeñas, donde la facturación se ha mantenido estable en 4,5 millones de euros. Este auge en los supermercados demuestra el potencial del Comercio Justo para integrarse en el consumo habitual de los españoles.
Al analizar los productos vendidos, la alimentación se ha consolidado como el segmento predominante, constituyendo más del 96% de las ventas totales de Comercio Justo. Dentro de este sector, el cacao y los dulces destacan, representando el 76,8% de la facturación, seguido del café con un 15%. En el ámbito de los productos no alimentarios, los textiles se posicionan como los más vendidos, aunque su participación es bastante menor, con un 2,7%. Mientras que la demanda de productos de higiene y cosmética natural ha experimentado un leve descenso, lo que señala cambios en las preferencias del consumidor.
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España todavía tiene un considerable margen de crecimiento en el sector del Comercio Justo, especialmente cuando se compara con otros países europeos. Francia, por ejemplo, ha logrado una facturación superior a los 2.100 millones de euros en este ámbito, en parte gracias al reconocimiento legal que se le otorga al Comercio Justo. Las organizaciones como la CECJ abogan por una futura Ley de Economía Social que incluya este sector, para regular y fomentar su desarrollo. España se abastece de productos de 131 cooperativas y organizaciones en 46 países, siendo Perú, India, y Uganda los principales proveedores, lo que resalta no solo la diversidad de los productos ofrecidos, sino también el impacto positivo que el Comercio Justo puede tener en las economías de los países en desarrollo.