Ritmos del Alma: La Fiesta de la Cumbia, el Porro y la Gaita que Iluminará a Bello, en un rincón vibrante del Valle de Aburrá, donde las montañas abrazan la ciudad y la historia resuena en los adoquines de sus calles, la música tradicional colombiana se prepara para tomar el protagonismo. Este 13 de abril, el municipio de Bello vivirá una jornada de celebración, memoria y gozo con el evento “Viejoteca al Parque”, una cita con la cumbia, el porro y la gaita que promete convertirse en una experiencia inolvidable para los bellanitas.
Organizado desde el corazón comercial de la ciudad, Parque Fabricato, este evento se erige como un tributo a las raíces sonoras del Caribe colombiano, al tiempo que rinde homenaje a los adultos mayores, guardianes de estas tradiciones musicales que han atravesado generaciones.
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Un encuentro con la memoria musical de Colombia
La cumbia, el porro y la gaita no son solo géneros musicales; son expresiones vivas de la identidad cultural de Colombia. Son la voz del río Magdalena, el retumbar de los tambores de las sabanas de Sucre y Córdoba, y el susurro del viento en las flautas de caña. Estas melodías, nacidas de la mezcla entre los pueblos originarios, la herencia africana y la influencia europea, han sobrevivido al paso del tiempo gracias a la memoria colectiva y a los encuentros familiares y comunitarios que las mantienen vivas.
“Viejoteca al Parque” no es un simple evento de entretenimiento. Es una ceremonia de reconexión con la historia sonora del país, una tarde para recordar cómo estas músicas acompañaron noviazgos, fiestas patronales, carnavales, verbenas y tardes de domingo frente al tocadiscos. Es también una declaración de principios: en tiempos de aceleración digital, de algoritmos que deciden qué escuchar, vale la pena detenerse a oír el chasquido de la aguja sobre el vinilo y dejarse llevar por los ritmos del alma.
El vinilo: un formato que revive emociones
El encargado de liderar esta travesía sonora será Didier Úsuga, un selector musical reconocido por su dedicación a preservar la música en formato físico, especialmente los vinilos. Úsuga no solo pone música; cuenta historias con cada canción, evoca épocas, rescata tesoros sonoros y crea ambientes mágicos donde los recuerdos y las emociones fluyen.
Su propuesta para esta jornada es una selección curada de LPs, 45s y acetatos originales que han marcado la banda sonora de muchas vidas. Desde la cumbia sabanera de Andrés Landero, hasta porros magistrales como “Marbella” de Lucho Bermúdez o gaitas tradicionales interpretadas por Los Gaiteros de San Jacinto, la tarde promete ser un deleite para los oídos nostálgicos y para las nuevas generaciones que quieran descubrir una parte esencial del patrimonio musical colombiano.
Parque Fabricato: más que un centro comercial, un espacio cultural
Este evento se llevará a cabo en el corazón de Parque Fabricato, un centro comercial que ha logrado consolidarse no solo como un lugar de compras y servicios, sino como un motor de dinamización cultural para la ciudad. La iniciativa nace del deseo de ofrecer a los bellanitas y especialmente a los adultos mayores un espacio donde puedan encontrarse con su historia, sus canciones, su gente.
Según Paola Ortiz, Center Manager del complejo, “Viejoteca al Parque es un homenaje a quienes han mantenido viva la tradición musical en sus hogares. Queremos que vuelvan a bailar, que recuerden, que se reconecten con su juventud a través de estas melodías. Este tipo de eventos fortalecen el tejido social y permiten que las generaciones dialoguen a través de la música”.
La apuesta por incluir eventos culturales gratuitos y abiertos al público responde también a una visión más amplia sobre el rol de los espacios comerciales en las ciudades. Lejos de ser solo centros de consumo, estos lugares pueden y deben convertirse en puntos de encuentro, intercambio y crecimiento comunitario.
El baile: medicina para el cuerpo y el alma
Si algo caracteriza a la música tradicional colombiana es su invitación constante al movimiento. La cumbia, con sus pasos arrastrados y cadenciosos, el porro con su fuerza marcial y alegre, y la gaita con su conexión espiritual y ancestral, invitan al cuerpo a recordar que está vivo. Para los adultos mayores, bailar es mucho más que una actividad recreativa: es un acto de salud física y emocional.
Está comprobado que el baile en la tercera edad ayuda a mejorar la coordinación, mantener la agilidad, liberar tensiones, fortalecer vínculos sociales y, sobre todo, elevar el ánimo. En “Viejoteca al Parque”, la pista estará abierta para todos, sin importar la edad ni la experiencia en el baile. Se trata de gozar, de sentirse acompañado, de dejarse llevar por la música sin temor al ridículo.
La iniciativa también invita a las nuevas generaciones a unirse. Nietos bailando con sus abuelos, jóvenes descubriendo que sus padres alguna vez fueron los reyes de la pista, y niños aprendiendo los pasos básicos de cumbia o porro. Una fiesta intergeneracional que celebra la vida en su forma más pura: el encuentro.
La resistencia cultural en tiempos digitales
En un mundo dominado por las plataformas de streaming, los algoritmos personalizados y la inmediatez, eventos como este tienen un valor político y cultural enorme. Apostar por el vinilo, por la música tradicional, por la escucha activa y el baile compartido es también una forma de resistir la homogeneización cultural y el olvido de nuestras raíces.
La cumbia, el porro y la gaita son tesoros que necesitan espacios donde seguir respirando, donde seguir bailando. Si bien han tenido un renacer global con agrupaciones contemporáneas que las han fusionado con géneros modernos es fundamental que su versión original, la que se toca en las fiestas populares de los pueblos, la que se guarda en los vinilos heredados de los padres, siga teniendo un lugar.
Bello, con su diversidad, su historia y su amor por la cultura, se convierte en el escenario perfecto para esta resistencia festiva.
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La promesa de una tarde inolvidable
“Viejoteca al Parque” es más que una tarde de música: es una celebración de la memoria, del cuerpo, del encuentro y de la alegría. Es un reconocimiento a quienes han bailado toda la vida y una invitación para que lo sigan haciendo. También es una oportunidad para que los jóvenes se acerquen a una parte fundamental del ADN cultural colombiano.
El evento es gratuito y abierto al público, y se consolida como una de las actividades más esperadas en la agenda cultural de la ciudad. Se espera la asistencia de cientos de personas, no solo de Bello, sino de municipios vecinos y de Medellín, que llegarán movidos por el deseo de revivir los sonidos de antaño en un ambiente moderno pero profundamente conectado con lo tradicional.
En una época en la que la velocidad lo consume todo, el 13 de abril se presenta como una pausa necesaria, una invitación a volver a lo esencial: la música que une, que emociona, que cura.
Porque al final, como decía Totó la Momposina: “La música tradicional no es vieja, es eterna”.