El ambicioso proyecto.- El Grupo Urbana, vinculado a los hermanos Diego y Andrés Durruty, ha decidido reformular uno de sus proyectos inmobiliarios más destacados situado frente al Costanera Center. La nueva estrategia implica duplicar el tamaño del proyecto y asociarse con otra entidad para llevarlo a cabo.
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Inicialmente, la compañía adquirió un terreno de 4.313 metros cuadrados ubicado cerca de Avenida Vitacura, que tenía acceso a las calles Tajamar y Encomenderos, en la comuna de Las Condes. En un plan elaborado en enero del año pasado, se contemplaba construir dos edificios: uno destinado a locales comerciales y oficinas de dos pisos y 21 niveles de vivienda, y otro edificio también comercial de dos pisos, junto con cinco niveles subterráneos. Este primer diseño contemplaba una edificación total de 36.348 metros cuadrados con 450 viviendas, 221 bodegas, 10 oficinas y 17 locales comerciales, con una inversión estimada de US$ 163 millones.
El ambicioso proyecto inmobiliario en Las Condes
A lo largo del tiempo, la empresa continuó adquiriendo propiedades adyacentes, lo que llevó a que el terreno total se expandiera a 6.800 metros cuadrados. Con este espacio adicional, el Grupo Urbana planea construir cinco edificios: uno de un piso, dos de 18 niveles y dos de 21, todos con cinco niveles subterráneos. Este nuevo proyecto prevé la creación de 756 viviendas, 29 locales comerciales y 982 estacionamientos, eliminando las oficinas de los planes originales.
La superficie total de construcción del proyecto ascenderá a 71.752 metros cuadrados, casi el doble de lo inicialmente proyectado. Esta modificación fue aparada en un anteproyecto que recibió la aprobación de la Dirección de Obras de Las Condes el 29 de octubre, etapa previa a la solicitud del Permiso de Edificación. Este proceso está diseñado para asegurar que se cumpla con la normativa vigente en el área, que se encuentra en una ubicación estratégica, frente al Costanera Center y cerca del Mercado Urbano Tobalaba (MUT).
En los documentos a los que accedió Diario Financiero, se menciona que los nuevos propietarios de la obra, denominada Edificio Vitacura Tajamar, son el grupo Urbana, representado por Andrés Durruty, y la Sociedad Inmobiliaria e Inversiones Ramaq Limitada, de Matías y Raimundo Quezada Ogaz. La alianza con Ramaq marca un paso significativo en la ejecución de este ambicioso proyecto, que requerirá una inversión cercana a los US$ 300 millones.
A pesar de haber intentado obtener un comentario oficial del grupo Urbana sobre el avance de esta iniciativa y sus fechas de inicio, no se tuvo éxito. Sin embargo, en junio de este año, Diego Durruty había expresado su interés en integrar un socio al proyecto y destacó que la empresa se centra en el negocio de la renta de viviendas, además de oficinas y locales comerciales, indicando que la demanda ha crecido, incluso en tiempos de crisis.
El grupo Ramaq, perteneciente a la familia Quezada, cuenta con una amplia trayectoria en el desarrollo de proyectos que incluyen renta comercial, residencial y mixtos, así como iniciativas hoteleras. Además, tiene propiedades en las calles Encomenderos y Tajamar, que están incluidas dentro del terreno previsto para el nuevo proyecto liderado por Urbana.
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Considerado uno de los principales operadores de activos inmobiliarios en el país, el grupo posee un portafolio que abarca más de 150 propiedades en diversas etapas, incluyendo edificios de oficinas, residenciales y centros comerciales, con un valor estimado de activos que superan los US$ 2.500 millones. En la actualidad, están desarrollando un reconocido proyecto en el antiguo terreno del colegio Adventista, en la intersección de Luis Zegers con Avenida Apoquindo, donde se han construido dos torres de oficinas de 18 y 11 pisos, junto a un edificio de 9 pisos destinado a viviendas, que se espera abrir a principios de 2025.